Ellas Tuvieron a Todos a su Pies y Acabaron con Mamarrachos

Todos ellos se creían indispensables en sus empresas. Con una alta autoestima y exigencias exorbitantes, colmaron la paciencia de sus jefes, y tras sentir que sin ellos las televisoras se tambalearía, decidieron romper con ellas. Al darse cuenta de su verdadera situación, la mayoría regresó con la cola entre las patas.